sábado, 30 de noviembre de 2013

Retorno




Quizás ya no estés cuando regrese. Puede que te hayas ido.
He llegado tarde. Me entretuve buscando arquitecturas con autor. Despidiéndome de seductores del amor que han envejecido borrachera tras borrachera. Fui buscando la gloria, el dinero y el aplauso. Me aplastaron.
Ahora regreso sin un centavo en los bolsillos.
Creí que allí todo sería mejor. Que podría lanzar mi vanidad al vuelo. Me sacudieron.
No recordé nada, olvidé mi paso y ahora no sé cómo regresar a casa.
Es extraño, porque sigo reconociendo mi nombre y lo escucho en muchas voces que me nombran, pero no consigo verme, intuir la piedra que me devuelve a mi hogar…
¿Tendré nombre habiendo perdido mi casa?
¿Sabrán quién soy, sin saber en qué techo dormiré mañana?
Sinceramente, prefiero que me olviden. Que me despidan de las tertulias despiadadas.
Aunque puede que sea demasiado tarde y ya no quede tiempo.
Ahora que quiero, han apagado las luces,
y las quise tanto que perdí la memoria.
Quiero volver y sólo una fotografía me ayuda:
una mesa, la nieve, los álamos y la soledad elegida.
¿Podré volver, podrán olvidar mi nombre sin nombrarlo?
¿Regresaré a casa?

Latir



Has llegado y ya te vas.
Dejas de lado tu ruta, saltas tu camino y apareces.

Y piedra tras piedra dibujas una casa. Con tanta soledad congelada que parece ingobernable.
Queda, tras su gran muralla, el hueco del hogar. Arrojado tras los árboles que rompen los muros. 

Ahí me veo, aunque no tanto tiempo como para envejecer sin remedio. Leo las arrugas de tus piedras y anuncias las mías.

Soy como tú. He vuelto, pero creo que me iré pronto.

 Para evocarte allí donde esté. 

Donde otros muros me quieran…

martes, 19 de noviembre de 2013

Pisando Leve

... en el camino de vuelta a casa