jueves, 31 de marzo de 2016

Tatuado



Cabría pensar que hay hueco. 
Que queda espacio para el amor. 
Que la despedida es sólo el inicio. 
Que lo cotidiano puede gobernar todo. 
Que  la melancolía se mueve a su antojo,
 y decide atraer al presente y escribir su paso. 
Y que es casi siempre el testigo astuto
 que divisa y murmura nuestro caminar. 
Nos salva desprendernos. 
Alejarnos adentro. 
Ahí donde aparentemente perdidos nos encontramos. 

Mueca



Cada mueca de la ciudad es una sonrisa perversa.
 Si no pones toda la atención te devora, 
poco a poco, 
desde los pies.
Se lanza seductora para que la mimes y la cuides, 
la visites en la mañana y en la madrugada.
Y te quedas a su lado, 
sin rechistar.
Sedúceme! Grita!
Ha pedido que te laves las manos.

Sucio!!
Pero has preferido llenarte de barro...